“Después de varios meses surgió la posibilidad de colaborar en desarrollar una parte del Stand de Light+Building que suponía la parte neurálgica de este”. A través del #SpectralRoom no se quería simplemente transmitir una información técnica, sino que “queríamos que el visitante la viviera”.

A diferencia de un proyecto lumínico que se centra en el usuario, el espacio, la actividad que en él se desarrolla, que normalmente perdura más en el tiempo, con un usuario tipo que desarrolla unos usos estables, etc. Al generar una experiencia lumínica “pretendíamos estimular los sentidos, generando una vivencia singular según el punto de vista de cada persona, teniendo una vivencia diferente según el background de cada quien”. En el caso del #SpectralRoom se buscaba sorprender con una interacción dinámica y personalizada con la iluminación como hilo conductor principal. Y es que la inspiración o motivación a la hora de diseñar el proyecto fue el de explicar algo sin decirlo explícitamente y usar otros elementos (aparte de la luz) como estímulos visuales y sonoros para “transportar al usuario a las emociones que queríamos conseguir a través de una narrativa abstracta”.

El mayor reto que supuso el proyecto, según la diseñadora, fue el de “ponerse al día con un grupo de profesionales altamente capacitados en lo suyo y tener que entender de cero una tecnología que no conocía y sumergirme en ella para poder así relatarla”. Sin embargo, el hecho de empezar de cero también ayudó a entender, desde la perspectiva de un visitante, cómo recibiría esa información una persona que no conociera la tecnología y a construir un mensaje más comprensible para despertar su interés y que posteriormente pudiera acudir a un profesional con conocimiento técnico para tratar el tema con más profundidad y entrar en detalle con el producto.

Mariel apuntaba también que "esta tecnología es una herramienta brutal que nos abre infinitas posibilidades, ya no sólo para proyectos vinculados con la salud, sino también en otras aplicaciones más funcionales y hacer que ciertas experiencias se vivan en mayor profundidad”. Sin embargo, aunque los desarrolladores de tecnología están asumiendo los cambios de paradigma que ya son una realidad en la industria de la iluminación, el mercado va más lento y hace falta culturizar al sector sobre la importancia de una iluminación de calidad.

Personalmente y profesionalmente, Mariel describe la colaboración en este proyecto con Lamp como “un reto a la vez que un regalo; una muy bonita experiencia. La voluntad de colaborar bidireccionalmente y que cada uno aportara lo suyo me enriqueció mucho a la vez que me generó un estímulo constante. En definitiva, me siento muy agradecida y espero que la experiencia se repita, pues creo que los fabricantes de iluminación son nuestros partners (de los diseñadores) y se tiene que fomentar estas colaboraciones y aprendizaje continuo”.